Es que van provocando...

Días atrás, los locutores del telediario aseguraron que «los psicólogos» (así, en general, no limitándose a citar a los de la misma agrupación del Opus Dei que ellos) aconsejaban a los parados «acercarse» a un altar para calmar su ansiedad. Ayer, como ya sabréis, dedicaron buena parte del noticiario a hablar de la forma de vestir de los adolescentes. De las adolescentes más bien. «¿Estará provocando mi hija?», según unos tipos que parecían recién recién salidos de unos ejercicios espirituales, era lo que debieran preguntarse los padres responsables.

¿Hablarán por propia experiencia? ¿Se apostarán en una esquina, ocultos tras La Razón o el ABC, a la salida de clase de los colegios religiosos a los que envían a sus criaturitas? ¿Pecarán, ya que no de obra –no porque no quieran, sino porque no puedan–, de pensamiento?

Hipócritas.

Votar al PP no es pecado

- Padre, confieso que en las últimas elecciones voté al PP
- Dime, hijo, ¿cuál es tu tipo marginal?
- ¿Mi qué?
- Nada, hijo, no te preocupes. Tú no eres un pecador. Eres un gilipollas.

Virgen

Veamos, amigos cacereños de distinto pelaje y condición que todos los años por estas fechas repetís la misma monserga: que vayáis a diario a adorar una imagen, que os preocupéis de si el trozo de madera lleva un manto verde o rojigualda, que le cantéis saetas o como se llame lo que le cantáis, etcétera: todo eso me trae al pairo. Me importan tanto vuestras supersticiones como si lucís permanent o lleváis el pelo a lo garçon. Lo que me saca de quicio es que toditos los años, en periódicos meapilas e hipócritas al cincuenta por ciento, que no deben de tener cosas más importantes de las que ocuparse, digáis cosas como que «TODOS los cacereños se unen con mucho fervor y veneración hacia Ella», que «la Virgen de la Montaña es símbolo de identidad para TODOS los cacereños...».

Yo no juzgo vuestras prácticas, que sois muy libres de realizar, pero, por favor, no habléis de «todos los cacereños», os lo pido por favor. ¿Sabéis por qué? Pues porque ese «todos» me incluiría a mí, y a mí, si he de ser sincero, me ocurre algo: La Virgen de la Montaña me la refanfinfla.

Lo repetiré en mayúsculas, para que os enteréis:

LA VIRGEN DE LA MONTAÑA ME LA REFANFINFLA

Herpes zóster

- Doctor, mire usted esto.
- Sí, ya veo. Creo que es un herpes zóster
- ¿Y me durará mucho?
- Unos 200 capítulos
- ¡Vaya por Dios!

Treinta y tres

Consulta médica en una conocida localidad turística levantina.
- A ver, diga treinta y tres
- Thirty-three
- ¡Vale! Tómese usted este jarabe y vuelva la semana que viene.